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Ejercicio 4 Asociación de palabras
¿Otro ejercicio de asociación de palabras? Pues sí, y te explico porqué.
Cuando llevas mucho tiempo diciéndote a ti misma, no vales para esto, escribir no es lo tuyo, esa idea no le va a gustar a nadie, eso que has escrito es basura...y un sinfín más de pensamientos de este estilo, llega un punto que no escribes nada por miedo a tu propia mente.
Porque como ya dije, somos nuestro peor enemigo, vamos a ser los que más critiquemos nuestro trabajo y como cuando eres pequeño y tus compañeros de clase te tratan mal a diario, al final vas al colegio con miedo. Esto pasa por la relación negativa, asociamos esos pensamientos con esa acción y finalmente nos paraliza hasta tal punto que somos incapaces de realizar dicha acción.
En mi caso, llevo sin escribir muchos años, porque a nivel personal pasé por muchas cosas que me hundieron y mi propia mente decidió que no iba a ser suficientemente buena escribiendo, por tanto, ¿para qué esforzarnos?. Ya os digo que esto es algo personal, me pasó a mi y no tiene porque pasaros lo mismo, pero desde mi experiencia y por lo que he estado leyendo y viendo en los últimos días, mucha gente que escribe o que quiere escribir, pasa por esta situación de "sequía de escritura".
A lo que iba, estos ejercicios no solo me ayudan a practicar y trabajar mi técnica e imaginación, también me ayudan a desprenderme de mis textos, es decir, a dar el paso de exponerlos al mundo y que la gente los lea, para bien o para mal, porque sí pueden gustar o tal vez la gente los odie, pero al menos sabré que fui capaz de hacerlo. Yo los imaginé, los plasmé en la página y los liberé al mundo, son mis creaciones.
Os dejo ya el ejercicio número cuatro de escritura, espero que si alguien lo lee, le guste o no le guste, pueda decir vale, si esta tia escribe esta mierda yo también puedo hacerlo.
TARDE DE VERANO
Ana, Sofía y Lucia, se conocían desde hacía años, y aunque cada una tenía su vida y sus grupos de amigos, todos los años quedaban la noche de San Juan al atardecer, para encender una hoguera y celebrar el solsticio de verano.
Ana siempre traía la cerveza, Sofía ponía la música y Lucia se acordaba en el último momento de coger la comida, por eso siempre llegaba tarde.
Quedaban en el mismo lugar y a la misma hora cada año, haciendo que aquel día tuviese otro significado, no era una noche más, era la noche.
Cada una de ellas dejaba su vida en pausa por un día y se dedicaba a preparar la velada, hacían que cada trago, cada conversación y cada risa durase más, para poder recordarlo durante el año y tener algo a lo que aferrarse durante los largos días de rutina hasta la próxima quedada.
Palabras: Cerveza - Atardecer - Lugar
¡A escribir!
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